ANÁLISIS HISTÓRICO Y TEOLÓGICO DEL MENSAJE KERIGMÁTICO DE LA IGLESIA PRIMITIVA COMO MODELO EN LA IGLESIA PENTECOSTAL

 INTRODUCCIÓN 

     Esta investigación tiene como objetivo analizar histórica y teológicamente el mensaje kerigmático de la Iglesia primitiva como modelo de la Iglesia pentecostal. El Kerigma que se fundamente en Jesucristo, es la centralidad de la salvación de la vida humana, que a través de eso la persona alcanza la: salvación, santificación, bautismo, sanidad y puede cumplir la misión. 

    Dios Padre envía su Hijo Jesús para que se encarne y viva como humano. En cumplimiento del plan de Dios, Jesús fue rechazado por los hombres y crucificado, pero a los tres días fue levantado de entre los muertos, para salvación y vida eterna, después de su muerte fue Glorificado para ser intercesor de la humanidad. Y desde ahí donde surge la esperanza Divina para el hombre y que el Reino de Dios sea una realidad presente. 

    El Nuevo Testamente da a conocer que el evangelio fue expandido por los discípulos, a través del empoderamiento del Espíritu Santo. Los discípulos fueron empoderados para llevar las buenas nuevas de salvación a todas las naciones. Cuando predicaban la Palabra y las personas se bautizaban, aumentaba el número de los creyentes. A través de la obra de Jesús y de los discípulos la comunidad de creyente disfrutó del plan divino en la tierra. 

    En la predicación del Kerigma personal o público, la persona debe de tener un encuentro personal con Dios, es decir un nuevo nacimiento, el cual, debe testificar y confirmar que Jesús es que transforma la vida personal. Además, necesita que la persona sea bautizada con el Espíritu Santo y dependa del mismo para una predicación efectiva. La Iglesia necesita enviar jóvenes para una preparación teológica para que sean capacitados en el campo de la misión. Y a través de esos nuevos discípulos la Iglesia tendrá acceso a las plantaciones de nuevas Iglesias para que la misión sea todo un éxito.

CAPÍTULO I 

PRINCIPIO TEOLÓGICO DEL MENSAJE KERIGMÁTICO DE LA IGLESIA PRIMITIVA 

    El principio del mensaje de la salvación en la tierra, es la llegada del Hijo de Dios, como una promesa de salvación a los perdidos en el pecado. El kerygma es la base y el fundamento donde no sólo se presenta una doctrina, una verdad teórica, un dogma; sino a una persona viva y real: Jesucristo. Está gracia de salvación incluye los siguientes elementos, la encarnación, la muerte, la resurrección y la glorificación. José Luis resalta que: No es posible separar en Cristo su ser de Dios Hombre y su función de Redentor. “El Verbo se hizo carne y vino a la tierra para salvar a todos los hombres”. 

    La encarnación: la fe en la encarnación del Hijo de Dios, no es un invento tardío de la teología, sino una pronta confesión de la iglesia primitiva, el cual Corintios aclara, Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos (2 Co 8:9 RV). Del texto anterior Jesucristo acepta la promesa del Padre para salvar a la humanidad. 

    La muerte; en el principio y centro del cristianismo se halla una cruz, en la cual murió el salvador y muestra el amor, hacia la humanidad. A través de muchos años, los cristianos han tenido la convicción de que la humillante de Jesús en aquel patíbulo no fue lo último que hubo que decirse de aquel hombre; sino que resucitó de la tumba y triunfó sobre la muerte. Fue esta fe la que convirtió a los destrozados de corazón por el pecado. Según la autora Elizabeth dice en su libro la cristología que: Jesucristo fue firme, con actitud de amor, fiel, comprometido, si hubiera abandonado el ministerio no hubiera salvación, más él fue juzgado y crucificado.

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